
Vestidos de noche con gafas o la colección de Juanjo Oliva (con mó) que demuestra la rebeldía de lo atemporal
María José Pérez Méndez — @_MariaJosePerez — Echar el freno no es sencillo. Es una realidad que flota en el aire y que, pese a ser pronunciada más de una vez (esas en las que se hace referencia al “no llego a todo”), cuesta romper, conque hacerlo de forma contundente te cataloga de forma directa en los rebeldes. Y cuando sucede en moda, con 6 compilaciones por año, el efecto se multiplica. “Desde que empezamos con Oliva y las colaboraciones, hemos comenzado una línea de determinadas cosas que deseábamos desamparar y otras que deseábamos preservar. La experiencia de Juanjo Oliva y el taller de chombas de pique con logo y costura de chombas está ahí, mas deseábamos buscar una sensación, que es que siendo una compañía pequeña, el hecho de tener que continuar algunos códigos de temporada y unas estrategias que no se ajustan a lo que somos ahora no tiene sentido”. Juanjo Oliva tiene clarísimo cuál es su nuevo camino, y es uno que, al lado de los calendarios de pasarelas, ha quedado plasmado en una compilación cápsula de 12 looks y 4 modelos de lentes efectuados al lado de mó (Multiópticas). Uno que de tan fácil y congruente, semeja una epifanía.
“Esta es una compilación que creo que voy ampliando y puliendo desde el instante en que comencé con Oliva”, explica a Vogue.es el diseñador tras la presentación. “Son prendas que empiezan y acaban en sí, como un objeto. Si me afirmas que de la compilación solo te agrada un pantalón, ese pantalón se ha trabajado como una unidad, y puede ir con una chaqueta o bien no, sencillamente marchar por sí mismo, y eso es lo que pieza tras pieza hemos ido organizando para crear un vestidor, un guardarropa que vaya fortaleciendo el hecho de vestir mejor y de consumir la moda desde una perspectiva menos apremiante, en la que esté la artesanía y todo ese trabajo de costura, mas asimismo lo industrial, como los tejidos PET que empleé la época pasada y que están en un trench, y cogiendo lo mejor de cada cosa para ir finalizando una prenda”.
Ese armario ideal está compuesto por pantalones sastre y chinos en tonos tierra, abrigos tanto neutros como vitaminados; camisas satinadas con espíritu todoterreno y faldas lapicero que cubren los looks de determinado aire retro;referencias temporales que no dejan de ser curiosas para una compilación que pretende ser atemporal y escapar de las etiquetas. “No digo que esté en contra [de las temporadas] por el hecho de que en moda cada uno de ellos puede hacer lo que desee, mas estoy en favor de que las prendas funcionen en tu guardarropa sea como sea, por el hecho de que la gente viaja, se descontextualiza. Ahora es primavera acá, mas es invierno en otro lugar. Asimismo hemos variado tallas, pues hemos tomado cierta silueta retro, como los hombros cuadrados de los años cuarenta, y la hemos hecho oversized. Nos hemos pasado la vida, siendo este un trabajo tan artístico, asumiendo un montón de reglas impuestas que no tengo por qué razón continuar, pues no tengo ese género de compromiso: podemos desfilar cuando deseemos con un desfile que se ajusta más a las necesidades del producto que presentamos, como las gafas”.