
Carne cruda
En los últimos meses, en un país del Occidente más próximo, se ha liquidado una experiencia neutral y también independiente de medios públicos. Un país donde el Gobierno ha fulminado ese modelo de pluralismo y rigor, tan afanosamente logrado, y lo ha hecho usando un procedimiento de salvedad, por decreto-ley, para reventar uno de los cimientos de la confianza básica que mantiene una democracia. Esa perturbación ha sido seguida inmediatamente de una cadena de ceses y nombramientos basada en la política de amigo/enemigo, tan cara a los patrones déspotas.
Si nos ajustamos a la precisión histórica, lo que se ha producido es un proceso de purgas y de apropiación sectaria de la T.V. y radio públicas y los blogs mas visitados. No hablo de la Venezuela de Chávez. Ni de la Hungría de Orbán. Hablo de la España del Como Dios Manda. Este ha sido un verano de incendios forestales. Mas asimismo se ha quemado una parte de la mejor madera del periodismo español: Ana Pastor, Juan Ramón Lucas, Xavier Fortes y los editores y comunicadores del equipo que dirigía Fran Llorente.
El cinismo dominante pretende hacernos opinar que hay una lógica interna en los relevos de RTVE tras el cambio político. Mas los cesados no son políticos. Son cronistas con un cómputo irrevocable. Con menos medios que en tiempos pasados, pusieron a RTVE en su mejor instante. Jamás los informativos estatales habían sido tan fiables, ni tampoco, desde el momento en que existe pluralidad de cadenas, se habían mantenido tanto tiempo a la cabeza de audiencia.
Por decirlo a la forma olímpica, tan del gusto de Rajoy, se les despide tras ganar una medalla. No, no es un relevo. Es una caza de brujas. Las purgas se han ido generando sin apenas contestación en la opinión que se demanda liberal, en un escandaloso silencio de vacaciones morales. Qué vergüenza. Hay quien ve todo esto como una parte del paisaje natural. El que el partido campeón, además de esto por mayoría absoluta, actúe siempre y en todo momento como una facción de intereses. Lo siento, mas no me acostumbro a este triunfo del dopaje ideológico. A esta pulsión cainita. Aparte de injusto, todo esto es absurdo.
Los conservadores ganaron las elecciones con el defenestrado modelo público. Y ya antes las habían perdido por causa del servicio de manipulación, que ahora está de vuelta. Hay días en que se recula siglos. No recomendaría a las 2 chicas punkies del conjunto Pussy Riot, escapadas de Rusia, acercarse por acá. ¡El último programa inteligente devorado, en Radio tres, tiene por nombre Carne cruda!
En un instante donde desafortunadamente muchos no tememos un grave deterioro del servicio que la radio T.V. publica estatal nos ofrecerá en los próximos meses, justo y muy justo es reconocer y dar merced a los profesionales del ente publico por el increíble trabajo que han efectuado a lo largo de los JJ. OO. de la ciudad de Londres.
Personalmente he gozado como jamás. Aparte de los profesionales y cooperadores, esta vez RTVE ha hecho un empleo increíble de todos y cada uno de los medios a su predisposición. Aparte de La primera, La 2, TDP y las espléndidas imágenes de TVE-HD, nos han ofrecido el cien por ciento de los acontecimientos deportivos mediante internet tanto en riguroso directo como de forma diferida. Seguro que no he sido el único que aparte del tradicional zapping televisivo, en un caso así, he debido alternarlo con el zapping en el iPad y en el móvil. Un auténtico servicio público, sin interrupciones promocionales, que espero que los nuevos gestores sepan sostener y en la medida de lo posible prosperar.